viernes, 22 de junio de 2012
domingo, 17 de junio de 2012
Todo Bajo Control
Todo Bajo Control
La historia más dura sobre el afán de tener la vida
bajo control es la que conocí una vez,
de una mujer joven que antes de casarse ya tenía planificado cada movimiento de
su futuro, cuándo viajarían, comprarían una casa, cuántos hijos, con tiempos,
fechas aproximadas, todo. Efectivamente se casó, compró la casa, tuvo los hijos
y un día el marido se suicidó....fue tremendo, toda su vida tan armadita se
desplomó en un solo instante, su matrimonio, su situación legal, su hijos, sus
ingresos, sus actividades diarias, su futuro, todo.
La necesidad de
control sobre las circunstancias de la vida está en la mayoría de las personas,
a veces con más o menos énfasis, pero está. Tiene que ver con el miedo a sufrir
algún problema y no tener recursos emocionales, económicos, personales para
solucionarlo. Las personas traducen esta necesidad de tener seguro el futuro a
corto o largo plazo en ser planificados, y de hecho es una muy buena cualidad,
hasta que nos domina y nos rigidiza la vida.
También existe un control más solapado, ese que ejerce
una persona al ser quién todo lo hace y resuelve por los demás.
La ansiedad, que es el miedo a algo desconocido y
tremendo que pudiera tal vez, quizás, algún día ocurrir, pero sobre lo cual
obviamente no hay ningún indicio real, es uno de los componentes de la
personalidad que lleva a controlar las variables de forma que todo salga
perfecto y no dejarle ninguna posibilidad al azar de jugarnos una mala pasada.
Entonces ¿qué sucede?, las cosas en general van a
salir harto mejor que si las hacemos al lote, y seguramente vamos a perder
también espontaneidad y flexibilidad en situaciones que hubiese sido bueno
aplicarlas. Además vamos a estar confiando muy poco en las propias capacidades
de salir adelante, enfrentar problemas, miedos, incertidumbres y puede ser,
además, que si hubiéramos dejado la situación
“X” fluir por si sola, tal vez , habría resultado mucho mejor porque habríamos
dado paso a la flexibilidad y a lo que tenía que ser.
La tarea sería entonces entregarse al devenir de la
vida, y no me refiero a dejarle todo al destino, sino que relajarse, aprender
que no todo ni todos pueden ser controlados por nosotros, hacer el mejor
esfuerzo frente a una situación y entender que si algo no resulta tal vez era
para mejor.
Un ejemplo de esto sería planificar un viaje hasta el
más mínimo detalle, los aviones, traslados, hoteles, tiempos de recorrer cada
ciudad o lugar, dejar todo pagado con anticipación, revisar todo lo que
necesito llevar “por si acaso” etc, y luego darse cuenta que hubiese sido mejor
improvisar un poco, que los aviones eran más baratos y rápidos que los trenes,
que no había que creerle a la gente sobre lo que contaban acerca de las personas
de una cierta ciudad y eran todos encantadores, que en realidad tenía muchos
más recursos para salir adelante en cualquier desafío diario que los que
pensaba, etc...Entre otras cosas, la persona habría ahorrado angustia, dinero,
y rigidez y habría ganado conocer lugares nuevos, más tiempo para recorrer,
otras amistades, otras experiencias, y apertura hacia lo desconocido.
Finalmente, una de las enfermedades asociadas al sobre
control de todas las variables, es la Hipertensión
Marcela Pezoa Bissières
Terapeuta
Suscribirse a:
Entradas (Atom)