domingo, 17 de junio de 2012

Todo Bajo Control

        Todo Bajo Control


La historia más dura sobre el afán de tener la vida bajo control es la  que conocí una vez, de una mujer joven que antes de casarse ya tenía planificado cada movimiento de su futuro, cuándo viajarían, comprarían una casa, cuántos hijos, con tiempos, fechas aproximadas, todo. Efectivamente se casó, compró la casa, tuvo los hijos y un día el marido se suicidó....fue tremendo, toda su vida tan armadita se desplomó en un solo instante, su matrimonio, su situación legal, su hijos, sus ingresos, sus actividades diarias, su futuro, todo.

La  necesidad de control sobre las circunstancias de la vida está en la mayoría de las personas, a veces con más o menos énfasis, pero está. Tiene que ver con el miedo a sufrir algún problema y no tener recursos emocionales, económicos, personales para solucionarlo. Las personas traducen esta necesidad de tener seguro el futuro a corto o largo plazo en ser planificados, y de hecho es una muy buena cualidad, hasta que nos domina y nos rigidiza la vida.
También existe un control más solapado, ese que ejerce una persona al ser quién todo lo hace y resuelve por los demás.
La ansiedad, que es el miedo a algo desconocido y tremendo que pudiera tal vez, quizás, algún día ocurrir, pero sobre lo cual obviamente no hay ningún indicio real, es uno de los componentes de la personalidad que lleva a controlar las variables de forma que todo salga perfecto y no dejarle ninguna posibilidad al azar de jugarnos una mala pasada.
Entonces ¿qué sucede?, las cosas en general van a salir harto mejor que si las hacemos al lote, y seguramente vamos a perder también espontaneidad y flexibilidad en situaciones que hubiese sido bueno aplicarlas. Además vamos a estar confiando muy poco en las propias capacidades de salir adelante, enfrentar problemas, miedos, incertidumbres y puede ser, además,  que si hubiéramos dejado la situación “X” fluir por si sola, tal vez , habría resultado mucho mejor porque habríamos dado paso a la flexibilidad y a lo que tenía que ser.

La tarea sería entonces entregarse al devenir de la vida, y no me refiero a dejarle todo al destino, sino que relajarse, aprender que no todo ni todos pueden ser controlados por nosotros, hacer el mejor esfuerzo frente a una situación y entender que si algo no resulta tal vez era para mejor.
Un ejemplo de esto sería planificar un viaje hasta el más mínimo detalle, los aviones, traslados, hoteles, tiempos de recorrer cada ciudad o lugar, dejar todo pagado con anticipación, revisar todo lo que necesito llevar “por si acaso” etc, y luego darse cuenta que hubiese sido mejor improvisar un poco, que los aviones eran más baratos y rápidos que los trenes, que no había que creerle a la gente sobre lo que contaban acerca de las personas de una cierta ciudad y eran todos encantadores, que en realidad tenía muchos más recursos para salir adelante en cualquier desafío diario que los que pensaba, etc...Entre otras cosas, la persona habría ahorrado angustia, dinero, y rigidez y habría ganado conocer lugares nuevos, más tiempo para recorrer, otras amistades, otras experiencias, y apertura hacia lo desconocido.

Finalmente, una de las enfermedades asociadas al sobre control de todas las variables, es la Hipertensión

Marcela Pezoa Bissières
Terapeuta