Todo tiene un Dueño
Somos
el país de los oportunistas, de la “pillería”, de lo espontáneo. El Chileno
siempre le encuentra la maña a un sistema para sacarse los balazos, o para
burlarlo de alguna forma. Somos los reyes de la astucia, la picardía....Y nos
sentimos graciosos, estamos acostumbrados a ser así, a vernos y a vivir así.
Encontramos
divertidos e ingeniosos a los que se
“salen con la suya”, a los que inventan un truco para piratear algo, a aquellos
que ponían monedas de $100 en los teléfonos en el extranjero y hablaban gratis
a Chile, a los que viajaban sin pagar en tren desde el sur, los que con una
moneda sacan 5 diarios iguales en los dispensadores de periódicos en USA, ¿para
qué? ….pillos a los que se cuelgan del cable y no lo pagan durante años,
suertudos a los que se encuentran una billetera llena de dinero en la
calle...como si Dios la hubiese puesto en su camino como regalo.
Lo
importante es que no respetamos los bienes ajenos, el trabajo que hay detrás
para su obtención, los sacrificios personales, la creación intelectual, como
marcas, diseños, autorías, etc.
Así
que cuando encontramos algo, aunque tenga el nombre de la persona en una
tarjeta, no lo devolvemos. No lo llevamos al mesón de clientes del
supermercado, mall o banco, ni llamamos por teléfono a su dueño para que esté
tranquilo(a) y para acordar su devolución. No tenemos empatía por la persona
que pierde un bien, sea cuál sea, más bien nos aprovechamos del anonimato…
total, ¿quién va a saber que fuimos nosotros quienes nos quedamos con la
billetera?
Obviamente habrán
oportunidades en que no haya nadie a quién devolverle lo perdido, pero eso
puede ser una excepción.
Lo
que nos falta aprender es que todo lo que existe
tiene un dueño, un perrito, un maletín, dinero, una cámara
fotográfica...todo, incluso esas bolsitas para deposiciones de perros que están
gratis en los parques…eso pertenece a la municipalidad y son para los dueños de
perros que transitan por el parque destinadas a un uso bien determinado. Como
la Municipalidad cuenta con que se la robe un “ingenioso vecino” entonces le
imprime: ”esta bolsa no está higienizada, no sirve para guardar alimentos”. En
el fondo, no se la lleve a su casa a montones, no le va a servir…Tanto así
sabemos de la “creatividad e ingenio” de nuestros ciudadanos.
Respetemos
y cuidemos la propiedad de los demás que un día querremos que a nosotros
también nos traten bien.
Además,
precisamos dejar de pensar que somos tan ingeniosos, más bien somos buenos para
robarle a los otros, lo que sea, servicios, ideas, cosas, tiempo, diarios,
ropa, dinero…
Marcela Pezoa Bissières
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